El branding para las empresas es el corazón de lo que son y el motivo por el cual existen por ello es que es importante manejar un buen branding en todo sentido de la comunicación.
En la actualidad pasa que, tras relacionarte con altos directivos y responsables de marca de muy diferentes empresas, parece que cuando les haces ciertas preguntas muy concretas sobre su marca, las respuestas no fluyen con claridad y rotundidad. Eso es mal síntoma para el branding.
El branding por tanto es algo que las empresas que pretenden ser competitivas cuidan, miman y priorizan sobre otras funciones de la empresa, pues saben que de esta depende gran parte de la imagen, la facturación, la rentabilidad, potencialidad y valor de la empresa. Es la aplicación de esta función, la gestión de la marca, lo que posteriormente determina los logros de cada empresa.
Para destacar tu marca, es importante hacernos las preguntas adecuadas sobre nuestra marca. Es por eso que cuando empiezas a trabajar con una empresa, o con una marca, en la fase de conocernos, debes ser muy crítico con las preguntas para poder hallar el feeling correcto de la marca y poder transmitirlo adecuadamente.
Para determinar la claridad en la gestión de tu marca es importante que desarrolles con fluidez las siguientes preguntas, si tienes problemas con ellas, preocúpate porque podrías tener un serio problema de branding en tu organización.
- ¿Quién somos como marca?, ¿Qué aspiramos a ser como marca?
Ante esta pregunta o que pedimos es que nos definamos como marca, que seamos capaz de establecer que somos y queremos ser y por lo que estamos trabajando. Esto implica tener la capacidad absoluta de diferenciarnos de otras marcas con cierta claridad.
- ¿Para quién?
Esta pregunta va dirigida a saber con claridad el perfil y las expectativas que alberga, a quien nos dirigimos para conquistarlo como cliente y por ende como seguidor de la marca. ¿A quién queremos conquistar con nuestra marca? Si la respuesta no es clara y mostramos gran conocimiento de este perfil que perseguimos, las armas de seducción de la marca se verán muy mermadas.
- ¿Cuáles son nuestros valores?
Se trata del listado de valores y políticas que la marca siempre tendrá como referencia para comportarse y comunicarse en el mercado. Estos valores tienen que estar perfectamente definidos y concretados, para poderlos aplicar en el branding.
- ¿Qué objetivos queremos lograr?
Nuestra marca qué logros desea alcanzar, tanto a nivel cuantitativo como cualitativos. Si estos no están definidos, perfectamente definidos, controlar si nuestro trabajo es adecuado será solo una fantasía.
- ¿Cómo controlamos nuestros logros?
Si tenemos objetivos a conseguir, debemos saber si los estamos alcanzando y por tanto tener un sistema de control que nos garantice este conocimiento de forma actualizada, objetiva y sin margen de error.
- ¿Cómo seduce nuestra marca?
Se trata de identificar como y cuáles son nuestras armas de seducción hacia el cliente al que nos dirigimos. ¿Son visibles, claras, de impacto, nos muestra tal como somos, son las adecuadas, compatibles y respetan toda la información anterior que asumimos para la marca?
Si no fluyen las respuestas a esas preguntas, es posible que se esté mostrando una marca diferente al cliente a la que pretendemos o por la que estamos trabajando.
Atención con estas preguntas para que puedas meditarlas y trabajar en la mejora.
¡Éxitos!