Como sabemos el tiempo es un recurso que no se recupera. Saber administrarlo es un requisito permanente para cumplir con todo, bien hecho y sin sacrificios. Además de los consejos que puedes encontrar en la web para optimizar tu tiempo, encontré un método en la página de Jurgen Klaric que lo denomina como el “Método de escalas” para aumentar tu productividad.
Para empezar debes tener claras todas las tareas que necesitas realizar. El problema de las listas es quedarte ahí y no designar momentos específicos en los que realizarás cada pendiente. Sin embargo, son útiles antes de llenar tu agenda porque te permiten visualizar todo lo que requiere ser atendido durante el día o la semana.
En el “Método de escalas”, a cada tarea debes asignarle un costo-beneficio. Esto te permitirá categorizarlas e identificar las prioritarias de la siguiente manera:
- Bajo costo + gran beneficio
Estas tareas son las primeras que vas a realizar. A veces se trata de cosas pequeñas que dejas pasar en el día porque son sencillas y te quitarán poco tiempo. Erróneamente piensas que podrás realizarlas de manera simultánea a otras tareas o entre una y otra. Si no lo planificas, es más fácil que se te pase el día o la semana entera sin haberlas hecho. Entonces, el costo que tenían puede convertirse en uno muy alto.
- Alto costo + gran beneficio
No quieras terminar con algo muy grande de un solo golpe. El alto costo puede también referirse al tiempo. Dosifica el esfuerzo que te va a tomar hacer una tarea larga. Divídela en partes y distribúyelas a lo largo del día o de la semana, según sea la urgencia. Sé realista en los recursos que cada tarea te exige. No les des las sobras de tu tiempo si conoces las posibles repercusiones de no tenerlas listas.
- Bajo costo + menor beneficio
Por mínimo que sea el beneficio, hay tareas que no puedes eludir. También necesitan de tu atención. Designa el tiempo que les dedicarás y no las acumules. Si las vas arrastrando y las dejas para el final, sólo te vas a agobiar. Así sean breves y poco provechosas, no las postergues indefinidamente.
- Alto costo + menor beneficio
No todas las tareas que exigen gran parte de tus recursos van a devolverte un beneficio significativo. Es una realidad y debes identificar cuáles son. Busca alternativas para que no te quiten el tiempo que podrías invertir en pendientes de mayor provecho. Evalúa si es absolutamente necesario que tú realices esa tarea. Si no es así, considera la posibilidad de delegarla.
Antes de iniciar el día, dedica entre 10 y 15 minutos para hacer tu lista de tareas, categorizarlas y planificar cómo las resolverás en las siguientes horas. Si prefieres hacerlo de manera semanal, toma tiempo para repasar tu esquema del día y realizar modificaciones si se necesitan. Sentirás la satisfacción de haber sacado el máximo provecho a cada hora del día sin descuidar tu descanso. En resumen: 10 minutos de planeación son iguales a 10 veces mayor productividad.
Gran contenido es el que les he podido ofrecer y que los ayudará enormemente en sus actividades diarias, tanto como me está ayudando a mí en la actualidad.
Fuente: Blog Jurgen Klaric
¡Vamos por más!
Ada